Ingredientes

10 tazas de maíz en grano entero. Usar maíz fresco (de 16 a 20 mazorcas medianas aprox.)
2 1/2 tazas de morrón rojo dulce, picado en trozos medianos
2 1/2 tazas de morrón dulce verde, picado en trozos medianos
2 1/2 tazas de apio picado (sólo las varitas, reservar las hojas para una sopa o ensalada)
1 1/4 tazas de cebolla picada en trozos medianos
1 3/4 tazas de azúcar
5 tazas de vinagre
2 1/2 cdas. de sal
1 1/4 cdtas. de cúrcuma

Procedimiento:
Retirar las cáscaras y las sedas del maíz fresco. Blanquear las mazorcas en agua hirviendo durante 5 minutos; retirar y sumergir en agua fría. Escurrir y cortar el maíz de la mazorca.

No raspar la mazorca.

Combinar los morrones, el apio, la cebolla, el azúcar, el vinagre y la sal en una olla tapada hasta que la preparación empiece a hervir, luego cocine a fuego lento por 5 minutos revolviendo ocasionalmente.

Mezclar la cúrcuma en polvo en 1/2 taza de la preparación. Añada esta mezcla junto con el maíz a la preparación caliente. Regrese a ebullición y cocine a fuego lento durante 5 minutos, revolviendo ocasionalmente.

Envasar sin apretar mucho mientras que la mezcla esté hirviendo en frascos previamente esterilizados, llenando hasta dejar 1,5 cm. de espacio superior. Remover las burbujas de aire, limpiar el borde de los frascos y colocar las tapas.

Llevar a baño maría por 15 min. luego dejar enfriar por 5 min.

Retirar y enfriar por completo, revisar las tapas, etiquetar y guardar.

 

¿Qué son los encurtidos y cuáles son sus beneficios?

El encurtido de hortalizas es una técnica muy antigua de conservación de alimentos que tiene como fundamento la acidificación.

El medio que se usa generalmente es una mezcla de salmuera con vinagre (que contiene ácido acético), aunque también existen conservas que utilizan una fermentación previa para inducir el acidificado por medio de bacterias que producen ácido láctico y de esta forma se induce el proceso.

Otra variante de las hortalizas encurtidas es el escabeche: hortalizas sin fermentar a las que se les adiciona vinagre, pero con la variante de que además se utiliza aceite frito y especias.

Los alimentos más comunes bajo esta forma de conservación son los pepinillos en vinagre, las aceitunas y las cebollitas.

Además de ser una buena forma de conservar los alimentos manteniendo sus propiedades, estas técnicas ofrecen beneficios para nuestra salud:
Ricos en probióticos: Microorganismos esenciales para cuidar nuestra flora intestinal.
Favorecen la digestión: Por la presencia de enzimas digestivas.
Refuerzan el sistema inmunológico: Son ricos en vitamina C y ácido fólico, lo que ayuda a nuestras células a mantenerse jóvenes y fuertes.
Efecto saciante: ideales para comer entre comidas cuando necesitamos perder peso.
Reducen el deseo de consumir azúcar: especialmente azúcar refinado.
Ayudan a la vesícula a la producción de bilis.

A pesar de todas sus propiedades es aconsejable consumirlos en forma moderada, ya que muchas veces estos alimentos presentan un alto contenido de sal lo que puede contribuir negativamente a enfermedades cardiovasculares y/o renales.
Además, su alto contenido de vinagre puede ser perjudicial en grandes dosis para nuestro estómago y nuestra salud bucal.