Contribución de Dante, Yanina y Javier, desde Colonia.

«Esto es una mesita para poner libros» -cuenta Dante, contento de darle otro futuro a los restos de un pallet y a un cajón de frutas.

Hoy, reutilizar materiales que podrían ir a parar a la basura no solo es una forma de pasar el tiempo o de hacer economía doméstica; también es una práctica que nos ayuda a repensar las pautas de consumo de nuestro tiempo, que obligan a renovar constantemente, a considerar obsoleto lo que está roto, y a ver como desecho lo que ya no cumple el fin para el que había sido creado.

Si los pallets pudieran hablar, si los clavos herrumbrados de un andamio resucitaran, estarían orgullosos de decir: «Ahora soy biblioteca».

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