El Centro Emmanuel, junto con la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata (IEVRP) y la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), viene participando en la comunidad de Paysandú mediante proyectos que promueven la soberanía alimentaria, el cuidado de la creación y la cultura de paz. Estas iniciativas integran agroecología, educación popular y ecoteología, destacando la interconexión entre la espiritualidad y la acción concreta en el mundo. El enfoque se centra en el encuentro y la comunidad como motores de cambio y cohesión social. 

La importancia de estos proyectos radica en cómo abordan de manera integral los desafíos contemporáneos que enfrentan las comunidades locales. La soberanía alimentaria se entiende como la capacidad de una comunidad para producir sus propios alimentos de manera sostenible, asegurando la seguridad y la justicia alimentaria. Esta perspectiva no solo mejora la nutrición y la salud de la comunidad, sino que también fortalece su autonomía y resiliencia frente a crisis externas. 

Además, el cuidado de la creación se considera desde una perspectiva ecoteológica que reconoce la tierra como una manifestación del amor que debe ser protegida y respetada. Esta visión promueve una relación armoniosa con el ambiente, donde la fe se traduce en acciones concretas para preservar y restaurar los ecosistemas. En este contexto, la educación popular se presenta como una herramienta esencial para empoderar a las personas y fomentar un aprendizaje colectivo que integra conocimientos tradicionales y científicos. 

La cultura de paz, por su parte, se construye a través de prácticas que promueven la justicia, la solidaridad y la convivencia pacífica. En estos proyectos, la paz no se entiende simplemente como la ausencia de conflicto, sino como un estado activo de bienestar y colaboración mutua. Los encuentros y actividades comunitarias crean espacios donde las personas pueden reflexionar sobre su papel en la sociedad, compartir sus experiencias y trabajar juntas hacia objetivos comunes.

La Huerta Comunitaria: Un Proyecto de Esperanza y Fe

El 11 de julio, el Centro Emmanuel visitó el proyecto de huerta comunitaria de la Iglesia Valdense en colaboración con Ayllu. Esta huerta es un claro ejemplo de cómo la fe y la acción comunitaria pueden converger para producir resultados tangibles. La huerta no solo mejora la seguridad alimentaria de la comunidad, sino que también se alinea con principios de sostenibilidad y cuidado del ambiente. Cultivando alimentos de manera ecológica, se minimiza el impacto ambiental y se promueve un modelo de producción más justo y equitativo. 

Durante la visita, se pudo observar cómo los miembros de la comunidad trabajan juntos en las labores de la huerta, fortaleciendo los lazos sociales y fomentando un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida. Este espacio de encuentro y colaboración permite compartir conocimientos y experiencias, construyendo relaciones basadas en la solidaridad y el respeto mutuo. La Biblia nos recuerda en Génesis 2:15: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase”. Este versículo subraya la responsabilidad del ser humano de cuidar y proteger la creación de Dios, una tarea que la Iglesia Valdense ha adoptado con devoción a través de su huerta comunitaria. 

 Reflexionando sobre el Cuidado de la Creación y la Cultura de Paz

 Ese mismo día, el Centro Emmanuel participó en el campamento de jóvenes de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP). Este campamento fue un espacio de reflexión y aprendizaje en torno a temas vitales como el cuidado de la creación, la cultura de paz y la implementación de hábitos sostenibles en la vida diaria. La educación popular jugó un papel central, facilitando un proceso de aprendizaje colectivo donde los jóvenes compartieron sus inquietudes y conocimientos, construyendo juntos nuevas formas de entender y abordar los desafíos ambientales y sociales. 

Durante el campamento, los y las jóvenes se comprometieron a llevar a cabo acciones concretas en sus comunidades y en sus vidas personales. Entendieron que la espiritualidad y el cuidado de la creación están intrínsecamente ligados al cuidado de uno mismo y al bienestar general. Romanos 12:18 nos enseña: «Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos». Este versículo resalta la importancia de vivir en armonía con los demás y con la creación, promoviendo una cultura de paz que se refleja en nuestras acciones cotidianas. 

 Uno de los momentos más destacados del campamento fue la creación colectiva de una reflexión titulada «¿Qué es La Paz?», que captura de manera poética el sentir de los y las jóvenes participantes: 

¿Qué es La Paz?

Tranquilidad  

Estar presente 

Parar un segundo 

Estar en silencio 

A veces salir a pescar o jugar a la pelota  

Y que nada me inquiete a la hora de dormir  

  

No siempre la sentimos  

¿Somos los únicos que la buscamos?  

¿La tierra que habitamos siente paz? 

¿Dónde la encontramos? 

  

Tranquila 

Tranquilo 

Podemos ser nuestros propios pacificadores 

Podemos ser pacificadores de nuestra comunidad 

  

Parece que el cuidado de la creación 

El cuidado de nuestro jardín 

El cuidado de nuestras playas  

El cuidado de nuestro planeta 

Es un reflejo de un cuidado propio que parecemos ignorar  

  

En un mundo donde los problemas sobran 

Es importante saber actuar desde La Paz  

Aunque no la sientas presente  

Ella siempre está  

  

Préstate a sentirla 

A compartirla  

A recibirla  

La Paz no siempre es el destino 

Pero siempre es el camino 

Este campamento invitó a los y las jóvenes a reflexionar sobre cómo sus hábitos impactan en el cuidado de la creación y cómo pequeñas acciones pueden generar grandes cambios. Entendieron que ser pacificadores en sus comunidades y cuidar el planeta son tareas interconectadas y esenciales para un futuro más justo y sostenible. 

Fortaleciendo Lazos y Acercándonos al Interior

El trabajo del Centro Emmanuel con la Iglesia Valdense y la Iglesia Evangélica del Río de la Plata es un ejemplo inspirador de cómo las comunidades de fe pueden liderar el camino hacia un mundo mejor. En palabras del Salmo 24:1: «De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan», recordándonos que nuestra responsabilidad es cuidar toda la creación de Dios, reflejando su amor y paz en cada acción. 

Para el Centro Emmanuel, fortalecer los lazos con las iglesias y acercarse al interior es fundamental. Estos encuentros y colaboraciones no solo enriquecen a las comunidades locales, sino que también fortalecen nuestra misión de promover una fe viva y activa que responda a las necesidades de nuestro tiempo, honrando el cuidado de la creación y construyendo un futuro de esperanza y justicia. La ecoteología nos enseña que nuestra relación con la tierra y con los demás es un reflejo de nuestra relación con Dios, y que cada acción que tomamos en favor de la justicia y la paz es una manifestación de nuestra fe y nuestro compromiso con el Reino de Dios.