Un nuevo número de la revista “saberes a la mesa” se pone a disposición de forma gratuita para todas las personas que quieran seguir acompañándonos en la reflexión sobre creación, espiritualidad, teología, ecología, fe, ciencias ambientales, economía, ecumenismo y un sinfín de palabras que forman el cauce de esta edición de revista SAM. Está a disposición en PDF en la sección web, y también lo estaremos distribuyendo en su formato físico, impreso en papel reciclado.
Como un hilito
En una tarde nublada y sin viento recorrían el campo que ella no conocía.
Caminando entre piedras, cactus, arbustos espinosos y caminos de hormigas, buscaban una planta silvestre que aparecía cada primavera. Frente a ellos apareció una pequeña corriente de agua, bordeada por árboles añosos, de distintas especies autóctonas.
-¿Qué arroyito es este?- preguntó ella.
-Es el río San Juan, que nace por aquí cerca- dijo él, buen conocedor del lugar. Ella sintió un poco de vergüenza por haber llamado “arroyito” a un río cuyos cursos medio e inferior conocía y disfrutaba. Hasta había navegado alguna vez por sus aguas. Quedó un rato callada. Pensaba en la manera en que iba creciendo el caudal, siempre en movimiento, con aportes de lluvias, cañadas y arroyos, para llegar a ser verdaderamente “importante”. Hasta evocó el mapa, con todas las sinuosidades que iban señalando el recorrido del río por los campos del sudoeste uruguayo.
SAM 3 surgió así. Como un río. Un hilito de agua, fresco e inquieto que fue creciendo con aportes diversos. Hoy merece estar en el mapa de nuestras lecturas. Ese mapa que, al igual que aquellos que la maestra mandaba colorear, no estará completo hasta que cada uno de ustedes, los lectores y lectoras, agreguen los tonos de sus propias paletas.
Así como ocurre con el río San Juan, el caudal de esta revista se formó con aguas de distintos parajes. Muchas voces con una misma preocupación confluyen en esta cuenca. En estas páginas aparecen los nombres de algunas personas que fueron lluvia y manantial. Pero también hay colaboradores/as que, como las napas silenciosas, sumaron algo de sí sin esperar ser nombradas. Gracias a Dios por quienes, aún sin saberlo, han contribuido a este río. Sin ustedes seríamos un lecho vacío y seco.
Nuestro reconocimiento especial a la Pastoral de Promoción del Cuidado de la Creación (PPCC-IERP) y a la American Waldensian Society por compartir tiempos, saberes y vínculos. Otra palabra de gratitud para Miriam Gerhard y Claudia Piccini, por la buena predisposición y la capacidad para convertir años de investigación y rigor académico en conversación amena y en palabras cercanas.
Verdaderamente, las aguas en las que nadamos no nos pertenecen. Que podamos disfrutar este río de palabras tanto como los cursos de agua verdaderos. Que el agua no se pierda, que no se apropie; que genere vida y no especulación. Que la esperanza pueda manar una vez más en nuestro interior, que brote como ríos de agua viva.
Noemí y Javier.