Desde la semana pasada, el equipo del Centro Emmanuel ha experimentado un cambio en su formación. A poco de cumplir una década de trabajo como secretaria, Lilette Sibille optó por ‘atenerse a los beneficios jubilatorios’. Pero el tecnicismo de la expresión no nos gusta nada, y se queda corto para dar cuenta de todos los gestos que Lilette ha ido sembrando entre nosotros en el día a día.
Las personas que han pasado por el Centro Emmanuel para participar de retiros, jornadas de capacitación o talleres podrán dar testimonio de la calidez con la que Lilette las recibió y atendió. Ella era también la voz en el teléfono que te deseaba los buenos días o las buenas tardes de una manera auténtica. Y sigue siéndolo hoy, cuando la llamamos para pedir algún dato de yapa o las instrucciones exactas para encontrar ‘el cosito del coso, que tendría que estar arriba de aquello pero que no está”. Y nos seguiremos viendo.
Damos gracias a Dios por el tiempo transcurrido, por todo lo que Lilette nos enseñó con simples gestos y palabras justas. Y damos gracias también a Lilette por la simpatía y el optimismo con el que también nos recibió a nosotros; a los/as que dábamos los primeros pasos en el Centro Emmanuel y a los/as que ya llevaban su recorrido.
Esa misma simpatía y entusiasmo fue la que ‘Lile’ desplegó al recibir a Carolina Ricca, nuestra nueva compañera y Secretaria en el Centro Emmanuel. Sabemos que Carolina, a su manera y con su propia personalidad, podrá seguir sembrando gestos entre nosotros. Y así seguiremos haciendo de la calidez un don.
¡Gracias Lile! ¡Hasta la vuelta!